Etapa 6

Burgos a Boadilla del Camino

Con el desayuno leímos la reseña que el Diario de Burgos hacía de la llegada del retoelajore.es a la ciudad y el acompañamiento del club ciclista de Burgos.

Había llovido en Burgos el día anterior a nuestra llegada, y una vez fuera de la ciudad nos encontramos los primero charcos que ya tuvimos que ir sorteando para no embarrizarnos. Además del barro, nos encontramos un árbol caído en mitad del camino entre cuyo ramaje pudimos pasar, mas adelante un peralte en un puente obstaculizó el triciclo de Jorge, José Carlos se quejaba de un posible picadura de avispa, Miguel del ojo, Jorge carraspeó un buen rato, tuvimos que parar a que Migue le hiciera arreglos al triciclo, de repente teníamos muchas incidencias, se iba librando Fernando y Migue. Hay quien lo achacó a unas medallas que regalaron a Pedro para nosotros, al ir a sellar nuestras credenciales a una ermita.

El calor nos alcanzó pronto, antes de llegar a Castrojeriz donde Rosa y Chelo nos esperaban con sus ya famosos bocadillos. Allí entrevistaron a Jorge de radio de Granada (COPE) pues hoy está señalado como el día internacional de la ELA. Jorge dice que no debería celebrarse un dia así, sino el día de la erradicación de la ELA, que lo que se hace por los políticos es insuficiente y que la investigación no avanza lo que debiera, así lo dice en la entrevista, que podréis escuchar en la web de la emisora del día  21 de junio. Debe ser muy duro estar atrapado por la ELA y que no haya solución, que no se avance suficiente en la investigación, que ante las noticias de corrupción y de saqueo por responsables políticos de las arcas públicas, la respuesta ante las enfermedades minoritarias sea que no hay fondos. Mientras los enfermos por la maldita ELA van viendo como poco a poco van perdiendo capacidades y autonomía y sus familias van sufriendo con ellos este fatídico camino.

Para quitarnos el calor avanzamos rápido hacia Boadilla del Camino, donde llegamos a las 14, buena hora para ducharnos y comer en el albergue. Por la tarde siesta* y ligero paseo por el pueblo. Pudimos limpiar las bicis en un buen patio del que disponía el hotel rural. Al anochecer, allí mismo cenamos, si bien pronto fuimos atacados por los mosquitos que nos pusieron a gustito. Para algunos la medalla seguía obrando. Así nos fuimos a descansar pronto para evitarlos.

* Nota del transcriptor: lo de la siesta es un decir porque el único que se echaba una buena siesta es el que redacta la crónica, el abuelo Miguel.